Segunda estancia de larga duración (10 días) que hacemos en la Casa de Invitados de la finca y acabamos igual de satisfechos que la primera. La casa tiene todas las comodidades y está perfectamente equipada. Viajamos 3 personas y dos perros grandes y no pudimos estar más a gusto. Los paseos por la finca son una maravilla con los perros, que además hacen panda con los perros de la finca, a los que ya estamos echando de menos. Si aprieta el calor la piscina es estupenda y con mucho espacio en sombra para relajarte en las tumbonas. Por las noches todo es silencio y cenar en la mesa de fuera es una maravilla. A 5 minutos en coche está el pueblo de Baltanás donde el supermercado de la fábrica de quesos tiene todo lo necesario además de productos de la tierra deliciosos, especialmente embutidos y quesos. La propietaria, Cristina, encantadora y siempre pendiente de lo que pudiéramos necesitar. Unas vacaciones reparadoras que repetiremos seguro.
